QUE NO TE SUCEDA A TI: CASOS REALES EN QUE LOS CRÉDITOS PRENDARIOS HAN SALVADO EL DÍA

Los créditos prendarios son una solución para invertir tu dinero en algo que sabes que te dará frutos. A diferencia de una compra, de un crédito bancario o de cualquier tipo de transacción distinta, este tipo de créditos te da la facilidad de recuperar tanto tu apuesta como el dinero que has invertido. Veamos por qué son tan útiles en el día a día, entre las familias y negocios mexicanos.

Un crédito prendario es aquel que una casa de préstamos ofrece a una persona, en efectivo, a cambio de un bien (o prenda) que se deja en garantía, durante algún tiempo (el tiempo que duran los pagos del préstamo). Esta prenda se recupera al término del pago del préstamo. Por eso, como comentábamos, hay doble ganancia: la rapidez y facilidad del dinero recibido al entregar la prenda, y el valor físico de la prenda en sí, cuando se recupera.

Vamos a exponer dos escenarios que mostrarán con especificaciones más certeras y claras, las principales razones por las que los  créditos prendarios son la solución a los problemas de falta de efectivo.

Eres padre de familia. Tu esposa, tus tres hijos, tu perro y tú, están pasando por momentos de escasez financiera porque hace poco hubo un recorte de personal en tu empresa y has tenido que abandonar tu puesto. Tus hijos, sin embargo, no pueden abandonar sus escuelas. Incluso con las becas que ya tienen, siguen requiriendo muchas cosas para mantenerse ocupados, divertidos y en constante aprendizaje. Tu esposa intenta reducir el consumo de muchos servicios y productos en el hogar. Pero incluso así, no puedes soportar los gastos que se presentan. Nos ha sucedido a todos, así suele pasar de vez en cuando. Sin embargo, el verdadero desafío es saber cómo actuar.

¿Qué harás? Por supuesto ya te encuentras en búsqueda de un nuevo trabajo, pero con la competencia actual, no es posible iniciar de un día para otro a laborar, y mucho menos al mismo salario que recibías anteriormente. Podrías obtener un crédito bancario…pero ¿en realidad vale la pena? Quizá si fueras cliente regular del banco y te ofrecieran algún tipo de oferta buenísima que no pudieras rechazar, pero no es así. ¿Pedirías prestado a tus hermanos? Lo has hecho en ocasiones anteriores, en cantidades mínimas, y resulta que por una u otra razón, has llegado a la conclusión de que prefieres no pedir a la familia. Una relación sana entre hermanos lo vale más. Pues bien ¿qué opción existe? No puedes vender tus órganos…

Claro, lo que debiste haber pensado desde el principio llega a tu mente como si fuera una revelación: ¡los  créditos prendarios! En lugar de perder el tiempo en “soluciones” que en realidad no son las más convenientes, debiste haber pensado en esto desde el principio. Tienes, por supuesto, entre tus propiedades, algunos bienes que puedes dejar como prenda para obtener dinero al momento. Así, logras pagar las principales cuestiones que están quitándote el sueño, cuidas de tu familia y además, una vez que hayas conseguido trabajo, podrás recuperar tu prenda. ¿Qué más necesitas?

Por otro lado, eres un hombre de negocios. Recientemente has iniciado el servicio de un restaurante, pero las ventas han estado un poco decaídas los últimos meses, por lo que te has dado a la tarea de investigar la razón. La encuentras: resulta que el concepto, después de exhaustivas pruebas, interrogaciones y focus group, es un poco anticuado. No es vintage, sino completamente anticuado. Tu restaurante necesita remodelación. Pero no tienes manera de disponer de dinero para ello. ¿A quiénes recurres? Nuevamente, los bancos piden miles de papeles y además, te atan con unos porcentajes de interés que parecen nunca terminar (han extendido los meses de pago casi al infinito). Lo que te conviene es dejar alguno de tus bienes (o mejor dicho, alguno de los bienes del negocio) como prenda, para poder disponer de dinero rápida y fácilmente. En seguida notas cómo el cambio de imagen atrae a las personas, cómo tus ventas aumentan y puedes pagar con comodidad tu crédito, logrando tu prenda de regreso.

Como puedes ver, los  créditos prendarios sirven varios propósitos. Están pensados para que personas como tú o como yo, puedan disponer de efectivo a la brevedad y que no tengan que pasar por mayores dificultades. Con un plan de pagos efectivo, a una tasa justa de interés, suficiente tiempo, es prácticamente una de las mejores inversiones que puedes decidir tomar.

Recuerda que los objetos, los bienes en general, son sólo herramientas. Unas herramientas poderosas que te permiten conseguir objetivos: mantenerte cómodo, entretenerte, transportarte, y sí, también, pagar tus deudas. Así que ¿por qué no utilizarlos para ello? Pocas personas están conscientes de que la felicidad, la plenitud, la armonía y paz no se alcanza con objetos, sino con experiencias. Permite que tu vida sea más confortable y agradable disminuyendo los conflictos de dinero que te están quitando la felicidad. Con créditos prendarios que El Cerrito pone a tu disposición, esto es posible.

Acércate hoy mismo a El Cerrito, Casa de Empeño, para que puedas alcanzar tus sueños, incluso los más difíciles. Queremos ayudarte a acortar el camino y claro, a hacerlo mucho más fácil de recorrer. Pregunta por nuestros planes crediticios y con gusto te daremos toda la información que requieres para tomar la mejor decisión de tu vida.