En muchas ocasiones requerimos dinero con urgencia para salir de un apuro, pero este no es fácil de conseguir; cuando la urgencia lo amerita podemos recurrir a los créditos prendarios, que son préstamos donde el “aval” o garantía de pago es un bien de tu propiedad, como una joya o un automóvil, y que cuando devuelvas la suma que te prestaron, más los intereses generados por el tiempo en el que estuvo en resguardo, podrás recuperar.
Muchas veces cuando una persona tiene un préstamo vigente o ha tenido dificultades para pagar un préstamo en ocasiones anteriores, puede ser más complicado solicitar que le presten dinero de nuevo, mientras que a otras les es difícil pedir un crédito por no tener historial crediticio o un empleo estable, con un salario mensual fijo y comprobable. En estas circunstancias, entre otras, el crédito con garantía prendaria es la mejor opción.
Las casas de empeño son las instituciones indicadas para brindar este tipo de servicio; si en tu localidad hay casas de empeño, debes asegurarte de que se encuentren inscritas en el Registro Público de Casas de Empeño ante la Procuraduría Federal del Consumidor, Profeco, pues es la garantía que tendrás de que no se cometerá abuso de poder en tu caso, y de que la prenda empeñada se encontrará resguardada en la institución bajo los términos del contrato firmado por ambas partes.
Los créditos prendarios son muy fáciles de obtener, ya que en cuestión de unos minutos el validador arroja la cantidad estimada de préstamo, se imprimen los contratos, el asesor explica los términos del mismo y de los refrendos, que son pagos para ampliar el plazo de pago total de la prenda, y podrás salir del establecimiento con el dinero en la mano.
En un préstamo con garantía prendaria se puede obtener en préstamo cantidades entre modestas y considerables, es decir, podemos obtener desde 500 pesos hasta más de 60 mil si utilizas tu automóvil como garantía; la aprobación del préstamo puede ir de 20 a 40 minutos dependiendo de la financiera donde se realiza el trámite, y puedes tener varios meses para liquidar tu adeudo.
Sin embargo, para aprovechar este tipo de préstamo hay actividades recomendadas, que te serán de guía para salir de un apuro y pagar puntualmente cada uno de tus refrendos, o recuperar tu prenda en el menor plazo posible. Por ello los mejores usos que puedes darle a uno de estos préstamos son:
- El pago de una multa
Si fuiste multado y necesitas dinero en efectivo para pagar de forma urgente, empeñar un bien podría sacarte del apuro, ya que no necesitas endeudarte mucho, pues dependiendo del estado o de la ciudad donde te hayan multado y de la infracción cometida, puedes pagar entre dos y cinco mil pesos e incluso obtener un descuento si pagas los primeros días.
- Afrontar una enfermedad y el pago de medicamentos
En muchas ocasiones las enfermedades nos toman desprevenidos, especialmente cuando es el jefe de familia quien se enferma; para afrontar el gasto por análisis clínicos, por la consulta con un especialista o por los medicamentos, incluso podemos solicitar créditos prendarios para completar el pago de una hospitalización, de una intervención quirúrgica o en el peor de los casos, para pagar gastos funerarios.
- Para una escapada de fin de semana
¿Tienes una fiesta en un pueblo o ciudad lejana a tu hogar? ¿O tal vez quieras visitar a un pariente enfermo? Ya sea por cuestión de vacaciones o por necesidad de viajar, el empeño puede ayudarte a tener dinero para financiar la gasolina, los boletos de autobús o de avión o para pagar el hotel.
- Para sobrevivir en la quincena
Si te quedaste sin empleo y estás comenzando en un nuevo lugar de trabajo, probablemente necesites dinero para sobrevivir los días que faltan, y como decían las abuelitas: los bienes están para los males, y son estos los que pueden salvarnos de una dieta forzada mientras recibimos el primer pago de salario.
- Imprevistos
¿Chocaste tu automóvil? ¿Te robaron la cartera? ¿Gastaste de más en la quincena? Ese pago para el que no te habías preparado puedes cubrirlo con la ayuda de un crédito prendario, donde puedes obtener el dinero rápidamente, sin pagar comisiones por pago tardío ni tener que dar pagos difíciles de cubrir, lo que es de gran ayuda cuando atravesamos momentos de crisis económica.
Una emergencia, el arreglo o reparación de tu hogar, el pago de la colegiatura o de la lista de útiles de tus hijos, son muchas las buenas razones para pedir un préstamo, sin embargo debes evitar gastar el dinero de tu préstamo de forma irresponsable, como en una fiesta, para comprarte ropa o para comenzar con un nuevo negocio, ya que estas situaciones pueden dificultarte mucho los pagos mensuales y comprometer tu estabilidad económica a mediano y largo plazo.
Al solicitar créditos prendarios, recuerda considerar si podrás realizar los pagos del préstamo sin problemas, si obtendrás ingresos extra para poder hacer frente a los pagos sin comprometer tu estabilidad económica familiar y procura realizar un plan de pago para poder recuperar tu prenda en el menor plazo de tiempo posible. En el transcurso de tu deuda, procura evitar endeudarte con otros gastos para que puedas pagar sin ningún problema.
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